En la década de 1180, el poeta francés Chrétien de Troyes escribió «Li conte du graal»,
obra en la que, por primera vez en la historia, aparece el concepto de
Grial. Y, aunque todo el mundo está convencido de que el Santo Grial es
el cáliz que Cristo utilizó en la Última Cena, lo cierto es que, en su
origen, tan venerado objeto no era más que una escudilla, un plato que
contenía una humilde hostia.
¿Cuál es, entonces, la verdadera naturaleza del Grial? ¿Son los caballeros templarios sus custodios? ¿Se trata de un fenómeno exclusivamente europeo y cristiano? ¿Permanece oculto a los ojos de los profanos, reservado a unos cuantos privilegiados?
Ha llegado el momento de responder a estas y a otras muchas más preguntas, desmontando mitos y abordando el estudio del Grial sin apriorismos, y desde una perspectiva científica.
¿Cuál es, entonces, la verdadera naturaleza del Grial? ¿Son los caballeros templarios sus custodios? ¿Se trata de un fenómeno exclusivamente europeo y cristiano? ¿Permanece oculto a los ojos de los profanos, reservado a unos cuantos privilegiados?
Ha llegado el momento de responder a estas y a otras muchas más preguntas, desmontando mitos y abordando el estudio del Grial sin apriorismos, y desde una perspectiva científica.
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